[Nunca sabemos quién nos podría estar leyendo. Este reto mensual toca un tema muy delicado y queremos abordarlo en las mayores condiciones posibles de seguridad. Por tanto, va acompañado de este texto y de una serie de enlaces.
Gracias por leer].
SI ESTÁS PENSANDO EN EL SUICIDIO.
Jamás podría juzgarte si estás pensando en terminar con todo en este momento. Yo también he sentido eso y he estado ahí. Me gustaría escucharte, que pudieras contarme lo que quisieras, lo que te entristece, lo que te ha llevado a ese lugar negro. Escucharte con todo el tiempo del mundo y poder abrazarte, acompañarte. Siento no poder estar físicamente a tu lado, pero me queda la esperanza de que puedas leerme, y por eso te escribo ahora.
Que tú me leas es mi esperanza. No importa que no nos conozcamos. Sé que estás aquí, y sé en qué lugar te encuentras de corazón, y eso me basta.
Te agradezco que no te vayas. Y hay algo de lo que estoy muy segura: si tú decides partir, sería una pérdida grande para mí, para el mundo. Me importa mucho. Perderíamos todos, y dirás: cómo lo sé? La razón es sencilla. Lo sé porque todo eso que te está ahogando ahora y no te deja sonreír ha entrado en ti a través de tu inmensa sensibilidad. Y el mundo en que vivimos necesita personas sensibles. No somos mayoría. El mundo es esclavo de un sistema materialista y enfermo.
La sensibilidad es la puerta para sentir. Los sensibles somos personas valientes con los ojos abiertos hacia fuera. No es fácil mantenerse indiferente. Así que esto primero que te diré es un ruego egoísta: por favor, quiérete, cuídate. ERES ALGUIEN NECESARIO. La situación que estás atravesando ahora NO VA A DURAR PARA SIEMPRE. Algún día serás fuerte en tu alegría de nuevo y gracias a ti este mundo no será del todo cruel, por tu capacidad, por tu amor que ahora está ahogado, por tu Sentimiento. Entiendo perfectamente tu cansancio, tu fatiga, tu impotencia, incluso tu ira. Pero por favor: date tiempo, quiérete, no te odies. Aunque no puedas verlo, ERES UN SER VALIOSO. De lo contrario no habrías llegado a tu situación presente porque nada te importaría, y no estarías leyendo esto.
Sé que hay una parte de ti que está muy cansada y que está diciéndote: «no quiero vivir». La parte que no ve salida. La que quiere acabar con todo. Pero solo es una parte. TÚ eres mucho más que eso.
Tú no eres sólo esa parte, lo que ocurre es que ahora esa parte está gritando muy fuerte.
Esa parte de ti necesita atención, pero no que la hagas caso. Tú, todo tú, no mereces un final del que no se puede volver. Mereces atravesar esta oscuridad transitoria y volver a vivir.
Esa parte de ti que quiere «acabar con todo» no quiere que tú mueras, QUIERE DEJAR DE SUFRIR.
DEJAR DE SUFRIR Y DEJAR DE VIVIR NO ES PARA NADA LO MISMO. Tómate un momento para sentir cuál es la diferencia.
Esa parte quiere «terminar» con todo, con TODO EL SUFRIMIENTO. Dejar de sufrir es POSIBLE. Sin embargo, dejar de vivir, morir, no tiene vuelta atrás. Y tú sabes que la vida está llena de pequeños detalles hermosos aunque tal vez ahora no puedas verlos. Detalles como que un hombre salte desde un séptimo piso y su último pensamiento fuera que le apetece un helado. O abrazar a su gato y oler su cálido pelaje. O abrazar a alguien. Como ese poema llamado «instantes» que comienza diciendo: «si pudiera vivir de nuevo mi vida/ en la próxima trataría de cometer más errores».
Tienes derecho a estar bien. Tienes derecho a no estarlo. Tienes derecho a equivocarte. Vivir es amar y experimentar. Por favor, de corazón, te lo ruego, no le cierres todas estas posibilidades a tu noble corazón. Te prometo que llegará un día cuya noche sonreirás al mirar las estrellas, y otro, y otro, y otro.
Gracias por seguir leyendo y haber llegado hasta aquí. Eso significa que todo tú, salvo esa parte que está queriendo acabar, QUIERE SEGUIR VIVIENDO. Gracias por pedir ayuda para seguir viviendo. Yo, hace tiempo, no sabía cómo hacerlo; no sabía cómo seguir adelante y también pedí ayuda. NO SIEMPRE PODEMOS SALIR SOLOS DE UN PANTANO DE ARENAS MOVEDIZAS.
Mereces ayuda. Mereces todo lo bueno de este mundo aunque pienses que no. Si hay algo dentro de ti que te dice que eso no es cierto, no le creas.
Somos seres contradictorios. A veces sentimos eso, que queremos morir, y al mismo tiempo queremos abrazar la vida con todas nuestras fuerzas. No te juzgues, por favor. Sólo te pido que en los minutos que nos quedan te aferres con todo tu corazón a tu verdad: a la pulsión de vida, a las ganas de estar aquí, de tener sensaciones, sentimientos, ser y vivir.
Por último, decirte que por favor no te presiones por tomar una decisión. EL SUICIDIO ES UN ACTO QUE NO SE ELIGE LIBREMENTE. Quien opta por ello está actuando desde un dolor que le está superando. Todo aparece negro cuando hay un desequilibrio entre el dolor que sentimos y nuestros recursos para afrontarlo. Uno no nace vivido. Uno no siempre tiene herramientas; pero te aseguro, de corazón, las herramientas y los recursos existen, no es cuestión de «valentía» o «voluntad» sino de pedir ayuda para poder aprenderlos.
Por eso te pido, aunque no te sientas con fuerzas como para ello, pide ayuda. Una llamada a un amigo o una línea de ayuda de las que hallarás más abajo. Un correo, un escrito, un post en un foro con 5 palabras (te aseguro que NO estás solo).
Te pido que te des hoy esa pequeña y enorme muestra de amor a ti mismo. Llorar está bien. Tus sentimientos son importantes. Hablar de estar mal, esta bien.
Perdón por pedirte tanto, pero no quiero perderte. A mí nadie me dijo que yo podía, pero yo hoy quiero decírtelo a tí: que, por negro que ahora veas todo, por muy perdido o desorientado que te sientas, por muy marcado, herido o sin esperanza que te sientas, PUEDES vivir sin el sufrimiento que tienes ahora.
A continuación te dejo enlaces de ayuda para escucha y orientación específica.
España: linea de atención conducta suicida: 024