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En estos días ya gozamos de las luces de Navidad colocadas y encendidas. Es fácil que dicha iluminación nos ciegue. No obstante, también nos acompaña durante los paseos nocturnos (a las seis de la tarde ya es de noche). Con todo el esfuerzo que realizan los comercios para estimular el espíritu navideño, consumo, la oscuridad nos rodea y las tinieblas nos abrazan. Parece una incoherencia, pero es mejor etiquetarlo como una paradoja: todo y pasear por unas calles repletas de personas y con más lumen que un mediodía del mes de julio no vemos dónde pisamos, ni sabemos quién nos acompaña.
Un secreto que los dirigentes no han guardado es la subida del precio del litro de aceite de oliva. Dicho aumento no ha intervenido en la inflación, maravillas de la sociedad actual. No sea el caso que modifique la subida de las pensiones de los abuelos (los gastos solo para el gobierno), y entonces la gente mayor podría decidir tomar de merienda una tostada de pan con un poco de aceite de aceitunas encima. En realidad el Gobierno lo realiza de buena fe, no seamos mal pensados, es para evitar que les aumente el colesterol, no para ayudar a su desnutrición.
No puede haber crisis económica, ya que los hoteles cuelgan el cartel de completo, y no es por la plaga de chinches que ataca desde Europa. Aquí la ciudadanía a obtenido fondos (gracias a créditos personales).
Ahora hay un secreto de tal nivel en el Gobierno que la mano izquierda no sabe lo que firma la derecha, todo muy normal. Con esas actuaciones el material de los cimientos de la UE puede dar señales de fatiga. Las rocas que tienen una grieta, en invierno bajo los efectos del hielo, puede fracturarse, pero no nos hemos de angustiar. Nos comentan que la situación es correcta, o eso es lo que es lo que explicaron hace unos meses.
De esto nos tenemos que olvidar y vivir las Fiestas. En Noche Buena el pescado que comemos puede ser el de las barritas de “pescado congelado”. Recuerda elaborarlas al horno así no utilizas el oro líquido (este año es casi literal).
Olvida los pequeños detalles de los que gozamos, y recuerda al niño que nació en un establo.

Feliz Navidad (si aún se puede decir).

Autor: Aïda M. Loizu

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Aida M.

3 comentarios en “Perdida”

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