Últimas voluntades

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Hola a todos los que vais de tolerantes y progres, malditos hijos de puta, familiares y orgulloso clan gitano de raza blanca:


Como veis, en la portada de este diario pone “cuaderno de últimas voluntades” (deduzco que sabéis leer). Me he esforzado en comprarlo made in china, y con esto quiero decir: me he esforzado en que me costara cuatro duros el cuaderno y a la vez fuera mono, como podéis ver, con florecitas y todo pero al mismo tiempo solemne.


Iré al grano. La verdad es que estoy escribiendo esto por tres razones. O más bien cuatro:


La primera es que sois imbéciles. Si no fuera así, no existiría para mí la necesidad de hablaros de todo esto.

La segunda: porque, por desgracia, temo que dejar por escrito mi voluntad es la única forma de que cuando muera me respetéis a mí por encima de vuestros caprichos.

La tercera, para recordaros que no sois el puto centro del universo.

La cuarta, para que os jodan (no es broma); me importan un carajo vuestras mierdas; me importa NADA si os escuece el culo por ofensas cruzadas desde tiempos inmemoriales, si os peleais, os pegáis u os matáis entre vosotros como los niños locos de un parvulario: YO soy el futuro muerto y no quiero que hagáis de mi fallecimiento un circo, por muchas ganas que tengáis de tanatorio, lloros a destiempo y rasgaduras de camisa negra. Vuestras cosas las arregláis como personas normales. Si os abrazáis, que sea porque os da la gana y no por utilizarme a mí como excusa una vez muerto; haced algo verdadero de una vez, malditos cobardes, que por pedir perdón nadie la diña.


Cuando me muera, haced algo por otro (por mí en este caso) por primera vez en vuestras vidas: RESPETAD.


Estoy hasta los huevos de las tradiciones estúpidas. Por favor diosito, acelera el proceso para que la gente egocéntrica y estúpida se extinga sola de una vez, no necesariamente mediante una muerte lenta y dolorosa sin embargo.


Pero pues eso, escuchadme bien, descerebrados, porque todavía no me he muerto y tengo capacidades mentales. El protagonista de mi muerte SERÉ YO, exclusivamente yo, no vosotros. Si me echáis de menos, os vais a beber al bar de abajo -y de paso le hacéis un favor al bueno del dueño, que anda corto de pasta-, pero no quiero ni tanatorios, ni funerales ni velatorios de mierda solo por vuestra falsa necesidad de tenerme ahí de cuerpo presente. Los tanatorios son lugares horribles que no deberían existir, y además, ¡adivinad qué! Yo ya no estaré en mi cuerpo, imbéciles, porque estaré MUERTO. Estaréis velando a un trozo reseco de tocino al que nadie en su sano juicio miraría por placer. 


Ahorraos la fanfarria y el grito que vais a poner en el cielo leyendo esta cosa. ¿Qué me vais a decir, desgraciados?¿Tendréis los cojones de decirme que os respete? JA, JA. ¿O sea que yo, EL FUTURO MUERTO, soy el que tengo que respetaros a vosotros? ¿Yo, el que tengo que respetar vuestras fijaciones morbosas, abusivas y absurdas, y vuestras tradiciones de mierda? Os juro que firmaré este libro con mi propia sangre si hace falta.


¿Vosotros creeis que estoy (que alguna vez he estado) para entierros ceremoniales? ¿Creéis que alguien de los que se quedan lo está? Y os enfadareís, y os pelearéis como putas urracas en plena fiesta de la carne: que si fulano se sentó al fondo de la iglesia, que yo lo vi; que si fulana no acompañó a maripepe al cementerio, que si sultano no fue, que si fíjate que mala persona este y el otro. Anda a la mierda, hombre. No vais a ser los protas del final de MI película, ni vais a usarme como motivo de vuestras querellas estúpidas en modo “Sálvame de Luxe”. Soy yo quien decide, ególatras de mierda, y quiero LA CREMACIÓN. La cremación inmediata sin espectáculo, salvo que alguien llame a la patrulla de negros del covid. O, ahora que lo pienso, a decir verdad, si despeñais mi cuerpo ladera abajo, lo colgáis de un barranco al estilo chachapolla o lo echais a los perros me da lo puto mismo; sólo quiero que os metáis vuestra violencia tradicional por el culo y que, por primera vez en vuestras miserables vidas, no penséis solo en lo que creéis que necesitáis vosotros. Sed generosos, hostia puta. En lugar de velar un cacho carne, salid a la calle y ayudad, sonreíd a la gente. Pero qué os importa la gente que no conocéis, ¿verdad? Paletos profundos, horteras emocionales que os creéis más humanos que vuestros vecinos, que las putas, los yonkis y los desempleados. Los enfermos anónimos os importan un cuerno; la miseria social os importa un cuerno aunque luego digáis que todo el mundo es malo, porque por supuesto, lo más puro y honesto -¡¡e inevitable, claro!!- es llorar al ataúd del clan donde ya no hay nadie, y exigir que todos lo hagan. Por el forro de los huevos me paso vuestra basura de samaritanos, egoístas, hipócritas en depresión. Pasad vuestro tiempo con quien realmente os necesite; daos amor entre vosotros y toda esa vaina mientras podáis, y a mí dejadme tranquilo porque (spoiler) en mi cuerpo ya no estaré.




Firmado: un energúmeno que alguna vez fue buena gente, y ahora por fin se caga en la puta al saber que le quedan dos telediarios.


PD: Y por si acaso, panda de becerros, recordad que no respetar las últimas voluntades de un moribundo es pecado mortal. Cuando penséis: “‘’oh, no!! Lo políticamente correcto ahora es llorar y hacer guardia de 48 horas al lado de un féretro, y obvio que quien no llore contigo no te quiere (ergo será un mal hijo, un mal sobrino, un mal novio aka el diablo)”, pensad en esto, anormales: RESPETO. Dejad de forzar a la gente a follar y a que os follen; dejad de forzar a la gente a ver corridas de toros y a ir a funerales porque “lo necesitáis”; dejad de refocilaros y haced algo que valga la pena para el resto de la humanidad (adoptar un perro, por ejemplo); comed y bebed, disfrutad de una vez vuestras vidas y dejad de odiar al pobre gilipollas que os dejó en visto en el whatsapp, ya que no es un ser malvado sino alguien que ejerce su derecho a responder cuando le salga de las pelotas. Os digo esto de corazón y con todo el amor del mundo.

Autor: Reyes

Sobre el autor

Reyes

9 comentarios en “Últimas voluntades”

    1. Pues es que te puedes creer que andaba el otro día bicheando en Shein -como Muriel que luego no compra nada xd- y tio, vi que tenían un librito super mono con flores y tal… Como veo menos que pepe leches, amplié la imagen para leer el mensajito de la portada (esta gente suele poner frasecitas motivadoras y así), y cuán no es mi sorpresa que leo: «Now this is your problem, because I’m dead». Vamos que era un «diario» de últimas voluntades detalladas… y yo :OOOOOOOOOO «qué hago, me lo compro?!!»

  1. Me he echado a reír tanto con el primer párrafo que he tenido que detenerme, buscar mi portátil y llamar por unas cervezas a domicilio. Esto no lo puedo leer en sano juicio, porque de pronto un putazo me cae y me lo tomo personal.

    En la vida se me hubiera ocurrido tomar este reto y desde esta perspectiva.

    1. 😀 😀 😀 ay dios, de verdad que no pensé que causaría risa!! Esto es lo que uno escribe cuando se olvida la medicación (ya me gustaría que la explicación fuera humor negro 😀 😀 :D)
      Ais, qué pena no poder reunirnos todos en algún lugar del globo, verdad?
      Gracias Alex!!!

  2. Eres una mostrá de la péñola. Tus textos tienen imán. ¿Cómo lo haces? Le voy a pedir a los Reyes Magos una pluma como la tuya. Me chifla leerte. Un abrazo

    1. Ay, Antonio! Pero muchas gracias ;;; si todo es lenguaje mal hablado y sapos y culebras! me alegra mucho que lo hayas pasado bien leyéndolo, eso sí! Un besazo y gracias de nuevo por tus palabras :*

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