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Deseo olvidar, desterrar de mi mente todas las rutinas tóxicas que me dañan, los hechos puntuales que me inquietan, las prácticas forzadas que poco a poco consumen mi vida.
Deseo olvidar el camino en manada hasta la oficina y recordar los paseos alfombrados de tierra y cubiertos de cielo.
Olvidar el tacto del ratón y recordar el de la pequeña mano de mis hijos.
Deseo olvidar las contraseñas, las alarmas, los miedos y recordar las puertas abiertas y dejar las llaves puestas.
Olvidar el reloj y disfrutar las horas.
Olvidar el paraguas y recordar la sensación de bañarme en la lluvia.
Quiero olvidar las redes sociales y recordar los encuentros con amigos con tiempo para escuchar, para contar, para reír o llorar.
Olvidar la distancia, recordar la cercanía.
Olvidar los trajes y corbatas y recordar esa camiseta vieja que me hizo tanta compañía.
Olvidar el mohín, recordar el beso.
Olvidar el asfalto, recordar cuando pisaban la arena mojada mis pies descalzos.
Quiero olvidar las malas palabras dichas en tristes momentos y recordar solo esa que te hizo sonreír.

Autor: Ignacio Chavarría

Sobre el autor

Ignacio Chavarria

3 comentarios en “Olvidar, recordar”

  1. En lo que queda de mi vida quisiera crecer. Pero no para llegar lejos. Me gustaría no ser -nunca más- lo bastante “valiente” para normalizar lo inhumano de piel para fuera, y, por el contrario, acostumbrarme a mostrar mi verdad sin atisbo de miedo. Decirle a alguien “te llevo en mi corazón” sin temor a ser juzgada, sabiendo que, aun en el caso de que hubiera un juicio, ese juicio significa NADA. En sentir está la verdad, y me refiero a la verdad de mi corazón (no a la de mis pensamientos, ni a la de mis heridas). Hay algo puro en uno que recibe todo cuando da todo… quisiera reducir la persona que soy hasta solo ser “eso”; quisiera despojarme de lo erróneamente grande y crecer. Para mí esta sería la diferencia entre perseguir la felicidad y convertirse en ella.

    Por supuesto amé tu texto y lo comprendo de corazón…

  2. Yo también quisiera olvidar mi celular, pero mi trabajo me lo impide. Creo que estaba mejor cuando no existían. Leía más y todos tenían que buscar la forma de hacer algo en su tiempo libre.

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