Mi nombre es Isabel Veiga López. Te lo digo con los dos apellidos porque hay muchas Isabel Veiga. Incluso tuve una amiga que se llamaba así. Podría haber dicho María Isabel Veiga López, pero me parece excesivo y mi primer nombre fue más por exigencias del guion de la época que por decisión parental. Aclarado esto y confiando en que me diferencies de otras Isabeles Veiga, sigo con la presentación.
Soy española y residente en Inglaterra (no, no vivo en Londres) mientras el Brexit lo permita. Llevo ya unos cuantos años en esta isla, ¡y los que me quedan! Tengo pila y media de años. Traducidos en experiencia, es mucha experiencia, aunque diversificada en diferentes temas porque mi mente no se conforma con centrarse en una sola cosa. Parece que le va lo del pluriempleo.
Mis vocaciones llegaron pronto en mi vida, pero yo me di cuenta tarde. Ya estaba casada cuando empecé a conducir una moto grande y me uní a un club motero. Ya había pasado por muchos trabajos cuando comprendí que la enseñanza era lo que realmente me gustaba. Ya había escrito durante muchos años en mi antiguo blog cuando decidí que quería tomármelo en serio.
Hoy en día soy motera, de las de parche a la espalda y rutas «en manada»; trabajo en un colegio de primaria como Learning Support Assistant (maestra de apoyo para niños con necesidades especiales) especializada en autismo, aunque trabajo con cualquier necesidad especial; y, además, soy escritora. Más vale tarde que nunca.
No han sido vocaciones tardías porque siempre han estado ahí, desde niña, pero nunca me las había planteado como algo importante en mi vida. Mis vocaciones hablan de mí, tanto en lo personal como en lo profesional.
¿En qué genero literario encajo yo?
Con el paso de los años, me he dado cuenta de que mi mente está diseñada para escribir relatos y novelettes, aunque acaben convertidas en novela corta. Lo he aceptado.
Voy a atreverme a poner una etiqueta a mis historias y diré que escribo narrativa contemporánea con pinceladas de un pasado histórico reciente. Lo bueno de la narrativa contemporánea es que me permite tratar temas diversos e incluir otros géneros.
Mis historias se basan en personajes cotidianos de hoy en día y en cómo les afecta ese pasado, ya sea personal, social o cultural. Tal vez encajo en realismo o costumbrismo. Cuando no escribes fantasía, terror, erótica, misterio, es difícil decir cuál es tu género.
Me encantaría escribir comedia, hacer reír, sacar sonrisas, hacer que te olvides de tus problemas por un rato, pero no he sido llamada por ese camino, qué le vamos a hacer. Lo he intentado con algún que otro relato, pero cuando escribo novelette se me ocurren cosas más serias. Tienes una pequeña muestra en esta web, en el apartado Relatos.
Mi antiguo blog, un blog de escritura
Si te apetece leer algo de lo que he escrito en los últimos años, puedes visitar mi antiguo pero no olvidado blog. Lo empecé en noviembre del 2007 y fue un regalo de alguien que, después de leer un antiguo relato mío, decidió que yo debía seguir escribiendo. A veces, eso es todo lo que necesitamos: alguien que nos motive y que nos anime a seguir con nuestra afición.
Es un lugar sin ley, donde desparramaba todas las ideas que se me iban ocurriendo. Todo está mezclado (relatos, opiniones de diferentes temas, pensamientos en voz alta sobre lo que ese día tuviese en la cabeza…).