En una cafetería llena, donde había parejas sentadas en todas las mesas. En todas no, una chica con melena rubia se encontraba sola en una de ellas. Tenía la mirada fijada en un cuadro abstracto colgado de la pared. Cuando un camarero dejó un expreso en la mesa, a su lado y le regaló una sonrisa.
«Hoy, hubiera sido más lógico hacer el café en casa. ¿Quién me ha mandado salir a la calle el segundo múltiplo de siete del mes de febrero? La parte racional de mi cerebro me felicita por no entrar a la moda del consumismo, y por la necesidad de estar acompañada en este día».
Veía como la gente marchaba del lugar. Todos con una sonrisa en los labios, todos con los dedos entrelazados. Ella sacó la tablet del bolso y se puso a leer las noticias, casi más esperanzadoras que ese paisaje, que esa compañía. La puerta paró de abrirse, el local se había vaciado. Eso creía, ya que se sentó en un lugar del fondo del local y de espaldas a la puerta. Pidió un segundo café, ya que no tenía fuerzas para volver a la calle. Al cabo de un rato, la puerta volvió a abrirse, dejó de girar el café con la cuchara, para acercarse la taza a la boca. Cuando levantó la mirada vio una rosa roja, siguió la mano que la sujetaba y distinguió a un compañero de faena.
—Feliz día de San Valentín, Ángela.
Ella notó como las comisuras de los labios se elevaron, la luz que iluminaba el local había aumentado, las segundera del reloj se paró.
Autor: Aïda M. Loizu
Aida, de verdad, me encanta el relato y cómo está narrado. Por la manera en la que escribes siento que tienes magia en tu mente, es como un ángulo particular de percepción que me fascina.
Igual me equivoco, pero siento también que para ti es muy importante escribir, o que a partir de cierto momento, etapa de vida o experiencia se ha vuelto algo importante. Como lectora, solo pedirte que sigas haciéndolo.
Le he temido siempre a «lo que necesita salir» (jaja, eso sonó como un parto o algo peor), pero me acostumbré a liberar a las bestias y aquí seguimos. Prefiero el esfuerzo de graduar el filtro de expresión a que las bestias se queden ahí dentro.
Gracias. Hace veinte años escribía fanfics de Dragón Ball. Hace unos 15 escribía relatos xxx. Ahora escribo poco.
Pues igual coincidimos en ese pasado xxx hace 15 años… yo publicaba en una página que se llamaba «Todo Relatos»… luego saqué todo de ahí dos años después porque la gente hacía copia-pega y los relatos de uno estaban en foros por el mundo sin respetarse la autoría, y me dio mucha cosa.
A mí por Dragon Ball no me dio, pero me saqué una serie erótica de Legend of Zelda x.x
No le llamaría fanfic por respeto a los que hacen fanfic; era pura parodia pero me lo pasé muy bien escribiéndola.
Creo que alguno me queda allí. Me pidieron permiso para subirlo a otras páginas, en esto no coincidimos. Me da igual, subir algo a internet es hacerlo público.
Buen relato Aida, este reto va a estar reñido 🙂
No creo, ha sido un poco reciclaje. El amor es irracional.
Bueno, tienes hasta fin de mes para mejorarlo 😁👍
Hola Aida. Me ha gustado tu relato. Esperaba de todo menos que iba a ser lo que leí.
Acerca de Dragon ball y La leyenda de Zelda, soy fan de ambas cosas y no me importaría leerlo si quieres compartirlo. Si disfrutaste escribiendo es suficiente para mi animarme a leer.
Acerca de este escrito. Me dio un poco de confusión el primer párrafo. Aprenderás que soy un atrevido que toma los textos de los demás y los comenta de regreso, bueno aquí va la forma como yo hubiera dicho lo mismo: «En una cafetería llena de parejas en las mesas, una chica de melena rubia se encontraba sola, con la mirada fija en un cuadro abstracto colgado en la pared. En ese momento, un camarero dejó un espresso en la mesa a su lado y le regaló una sonrisa.»
La de FanFiction de la Leyenda de Zelda es Reyes, yo escribí de Dragonball Z (la versión en castellano ya no existe ni en papel.
Tenía una idea para un texto de «San Valentín», cuando dijeron que era «Irracional» pense que modificándolo un poco servía.
Gracias por el consejo de variar el principio, fue algo escrito sin borrador.