Dicen que en el campo de batalla se vio a un soldado llorar.
¡Dicen, dicen! ¿Quién lo dice?
Lo dicen los niños muertos desde sus pequeños ataúdes improvisados. Lo dicen sus madres que gritan sin consuelo. Lo dicen los hombres acurrucados de miedo. Lo dicen los viejos que ya no quieren vivir entre tanta muerte. Lo dicen los campos arrasados, los cielos incendiados, los cultivos desolados. Lo dice el silencio, lo dicen los muertos.
Y esas lágrimas, ¿sacarán a esos pequeños de sus sudarios? ¿Se los devolverán a sus madres? ¿Harán que los hombres levanten otra vez la cabeza? ¿Llevarán paz a los últimos días de los ancianos? ¿Reverdecerán los campos, aclararán los cielos? ¿Brotarán de esas lágrimas risas y cantos? ¿Volverán los muertos?
No.
Son entonces vanas esas lágrimas derramadas por el soldado en el campo de batalla, si él eligió matar.
Triste realidad. ¡Muy bueno!
Shalom javer