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No mereciendo la pena
apartó lejos la razón
un sabor dulce percibo
gestando ansia infinita.
Es cierto lo que describo
el fuego acude a la cita
cual gladiador en la arena
que se extirpó su corazón.
Venganza, dulce condena,
voy sintiendo su quemazón.
Autor: Martin J. Ville
La venganza que más al vengador que al vengador y creo que no llena el hueco que dejó la afrenta. Poema para pensar.
Muy cierto a mi modo de ver, creo que es interesante tratar de llegar con la razón a ciertos sentimientos y conductas que, por lo general, prescinden en gran parte de ella.
Un abrazo Nacho…
La sed de venganza quema por dentro a las personas, pero es una sed que no se sacia jamás.
Gran verdad esa, tanto la historia como la vida cotidiana están colmadas de ejemplos de ello, y es inútil negar que cada uno de nosotros la hemos sentido en alguna ocasión y las que, tal vez, estén por llegar.
Un placer tu comentario al poema Bicerofonte…
Me encanta el toque de impulso que le das… para mí la venganza es eso, un impulso. Reaccionamos en él aparte de la luz del raciocinio; aunque luego uno decidiera no hacer nada porque uno sabe que, como dijeron los compañeros más arriba, solo enturbia y hiere y no devuelve lo amado.
Me gusta mucho leerte. Voy a por más xd.